Conductas de riesgo individual y social.

La conducta de riesgo se define como la búsqueda repetida del peligro, en la que la persona pone en juego su vida. Estas conductas, diferentes de las acciones peligrosas o arriesgadas realizadas cuando las circunstancias lo exigen, reflejan una atracción por el riesgo y, en especial, por las sensaciones fuertes relacionadas con el enfrentamiento con el peligro y la muerte. 

Sociales

  • Modelo de belleza imperante: El actual modelo de belleza, que ensalza una delgadez excesiva, tiene un peso muy importante en el desarrollo de los TCA. En los últimos años, la aparición de este nuevo canon de belleza ha venido acompañado de un incremento muy notable de la incidencia de casos de TCA.
  • Presión social repecto la imagen: En las últimas décadas, el valor social de la imagen también ha ganado relevancia, por lo que no sólo tenemos un modelo de belleza perjudicial para la salud sino que, además, la presión social recibida respecto a la importancia de parecerse a este modelo es excesivamente elevada. Estos dos factores combinados tienen una clara influencia en la aparición de TCA . El papel de los medios de comunicación en la difusión del modelo de belleza actual los sitúan como agentes responsables, en buena medida, en la proliferación de los TCA en nuestra sociedad.
  • Determinados deportes o profesiones: Ciertas actividades deportivas, como la danza, por ejemplo, pueden favorecer la aparición de TCA debido al trato que hacen de la imagen en la práctica de este deporte. Otros deportes de riesgo son aquellos en los que se compite por categorías de peso. También son grupo de riesgo todas aquellas personas que ejercen profesiones relacionadas con el mundo de la moda, espectáculo y/o televisión/cine, ya que la profesión a menudo ejerce presión en cuanto a tener una determinada imagen.
  • Críticas y burla relacionadas con el físico: Las personas, sobretodo niños/as y adolescentes, que han recibido críticas y burlas relacionadas con su apariencia física y que debido a esto se han sentido inseguras con su imagen pueden presentar mayor tendencia a desarrollar un TCA.
  • El sistema de tallaje actual: El sistema de tallas actual es un sistema no unificado que tiene como resultado un patronaje heterogéneo que resulta confuso para la población, hasta el punto de que la persona no es capaz de conocer cuál es su talla. El informe "No encontrar tu talla promueve la anorexia" alerta de que un 44% de la población hace un intento de dieta para adelgazar al comprobar que no utilizan la talla que creían.
  • Existencia de páginas web que hacen apología de la anorexia y la bulimia: En los últimos años han aparecido y se han reproducido a una velocidad vertiginosa, tal y como denuncia el informe "Las páginas pro ana y pro mia inundan la red", la presencia en Internet de páginas que hacen apología la anorexia y la bulimia como "formas de vida "en lugar de como enfermedades mentales. Son páginas dirigidas por una persona que sufre TCA y en las que diferentes personas afectadas por la enfermedad se ponen en contacto con el objetivo de intercambiar trucos para adelgazar, reforzar las conductas patológicas propias de la enfermedad (como, por ejemplo, autoexigirse un peso por debajo de lo que se considera saludable), y engañar familiares y amigos, entre otras acciones. El acceso a este tipo de páginas es muy fácil y dado que aún no existe una legislación concreta al respecto, no tenemos al alcance las herramientas necesarias para acabar con este factor que ejerce una influencia tan negativa, sobretodo, entre los chicos y chicas más jóvenes.


Resultado de imagen para conductas de riesgo




  •  Individuales

    • Predisposición genética: El riesgo de padecer un TCA se incrementa por encima de los valores de la población general si hay el antecedente de un familiar con un TCA. Este factor combinado con otros de tipo ambiental, como los entornos familiares y sociales, pueden aumentar la probabilidad de padecer un TCA. 
    • Rasgos psicológicos: Ciertos rasgos de personalidad como una autoexigencia muy elevada, perfeccionismo obsesivo, necesidad de control y rigidez cognitiva están muy relacionados con la aparición de un TCA. 
    • Baja autoestima: Tener una baja autoestima, es decir, hacer una valoración negativa e insatisfactoria de uno mismo/a incrementa la probabilidad de padecer TCA. 
    • Imagen corporal negativa: Las personas que no tienen una imagen real de su propio cuerpo y que, además, las emociones y sentimientos que tienen hacia estos son negativos son más vulnerables a la hora de padecer un TCA.
    • Adolescencia: La adolescencia es la etapa vital en la que existe un mayor riesgo de desarrollar un TCA. Se diagnostica TCA en personas de todas las edades, pero en la mayoría de casos la enfermedad debutó durante la adolescencia. Esto sucede porque durante esta etapa, la personalidad, autoestima y rol social de la persona están en pleno desarrollo y, por tanto, son más vulnerables ante un entorno social en el que la presión por la imagen es excesivamente elevada. 

    •  Sexo femenino: De cada 10 casos de TCA, 9 son mujeres y 1 es un hombre, por lo que ser mujer implica mayor riesgo de padecer un TCA.
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    • http://www.f-ima.org/es/trastornos-relacionados/factores-de-riesgo


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